23 de julio de 2008

Una cortina musical


y prendo la radio como podría prender la tele o conectarme a internet,
pero prendo la radio. suena una canción que habla del rimel
como un sintagma o como un monosílabo insonoro, no lo recuerdo
pero estabas en medio de un verso, usabas un lenguaje sin traducción
una transacción directa de fonemas que daban como resultado palabras y combinaciones como gut love , i te liebe, mon mia morada turkish door, habltajan non set intendo drunken mas at all.

no sabría como responder ni en cien años y si lo supiera de todas formas ya te habrías ido
descompuesta en el aire como el polvillo que levantan los autos o la nieve negra que cae desde el cielo en zafra
rojo movimiento en el color
duro pavimento emploma mis pies
y aplaca mi corazón.

si razonare el lenguaje de los astros tal vez
y si estudiase el lenguaje de los perros o los gatos quizá.
podría intentarlo con el lenguaje de los delfines o el de las matematicas,
pero para el lenguaje en cuestión no me alcanzarían los diccionarios ni las enciclopedias ni las revistas especializadas ni los diarios ni las antologías poéticas, aunque arriesgaría a intentar deducirlo a través de tu mirada, tu lenguaje corporal, averiguar si te transpiran las axilas, o los pies, cuánta es tu segregación de saliva, en qué ocasiones se te acelera el ritmo cardíaco o si ya no tienes pulso.

me impulso.

y ya.

1 comentarios:

theremin dijo...

excelente texto max. excelente.