15 de enero de 2007

Hay un rumor de que estoy enloqueciendo

Hay días en que todo se presenta de un modo contrariado o retorcido. He comenzado a desarrollar la teoría de que ya desde el sueño previo al despertar nuestro animo del día es signado por esas imágenes premonitorias e intraducibles. Todos los eventos, cada acción del día se transforma entonces en una doble acción de afirmación y de negación a la vez. Mientras Max quiere tomar el colectivo, Lowrey retiene los brazos pegados al cuerpo y el móvil no se detiene, a pesar de tener el cartel rojo que estabamos esperando hacía más de media hora. Ésto sin nombrar que el colectivo anterior pasó justo delante de nuestras narices sin tener tiempo de reaccionar, como drogados atados a una parada de ómnibus. La terrible sensación de que el día se vuelve en nuestra contra es patética. La indesición llevó ese mismo día a que Max tomara la determinación de beber una cerveza y brindar con amigos para que minutos luego, a punto de comprar la cerveza, Lowrey desacreditara la idea, causando un gran estupor en el entorno, y haciendo quedar a Max como un perfecto estúpido. Ésto que puede parecer una nimiedad o tal vez una extravagancia cada vez se vuelve más fuerte y he de advertir entonces que de encontrarse con alguno de los dos, se debe tener máximo cuidado, pues se desconoce a donde pueden llevar estas contradicciones, pero podrían ser desde declaraciones de amor, ataques de rabia o furia, asi como también ataques de pánico y/o alegría desenfrenada, invitaciones a tomar helado o a pasear en una montaña rusa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy estoy dividido entre la lealtad que le debo a la tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.

Anónimo dijo...

y a la sensacion de que todo es sueño