Leo los horóscopos, debo confesarlo, y cada vez que puedo. La posibilidad de poder programar el futuro en base a datos tan certeros como los que nos brindan los astros y sus dibujos en el espacio o el trazo de una estrella a otra...Ni que hablar de aquellos augurios que moran en libros y en monedas, horáculos y elfos. ¡qué insolencia!¡ su excelencia!
y por qué no olvidar a la demencia?
En los últimos viajes en colectivo mis números se han alineado, y me ofrecen bellas configuraciones, como un 55555 que inició la cadena, o un 82428 que me salió al regresar el mismo día. Afortunadamente, tambien regresando a casa un lunes a las 5 de la mañana, con lluvia y con el cuerpo y el ánimo entumecidos, mi seguro de viaje tenía el 77877 (todo esto está debidamente comprobado y archivado) En esa perspectiva numérica tan favorable ¡ qué me queda más que seguir tomando boletos, tickets to ride una vuelta más?
Quien sabe, quizá alguna vez me toque el número del éxito ( o del dealer)
2 comentarios:
El boleto capicua es una suerte de superstición.
A mi me paso que le erro por uno o dos numeros y veo al que saco pasaje despues de mi y lo miro con un poco de odio...
Desde el año 1993 que no me sale un boleto capicúa. Ma vie est terrible.
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