19 de febrero de 2007

Poetry

Bichos

Todo el verano/ henchido de bichos rondando/ toda la calma apuñalada/ con alas
Patas
Colas
Tripas dejando huellas/ de húmedo circulo en el zaguán/ toda la noche
Vuelan
Zumban
Tropiezan intencionados contra las pieles de los que duermen/ inocentes
Tragando somnífero aire caliente/ todo el silencio/ esa delicia que se atraviesa con el grito
Todo él minado de ellos/ habitando una azucarera/ los cajones que guardan fotos viejas
Todo el tiempo
Escarbando en muda complicidad el respaldo de la cama/ el relleno del colchón/
Los vigilantes de mi respiración/ todo el tiempo
Escarbando con lenta desesperación
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Estoy como que quiero decir algo que necesito decir como ultima ratio antes de la nada absoluta. Subo la mirada al techo buscando la evocacion, es inutil, me acuerdo de un colega que me dijo una noche que le daba lastima leerse sus propios escritos. Me doy lastima, giro la cabeza, miro al televisor, veo cómo vive otra gente y me pongo peor, bajo el volumen y concluyo que ya escribir no me produce lo de antes, no sé por qué, me como el cuerito del costado de los dedos, ya no tengo cigarros igual tampoco queria fumar. Me miro las uñas y pienso en planes, no tengo planes, me asusta no tener planes, me acuerdo inmediatamente de mi psicologa que me desafia a no tener planes para ver quizás cómo actúo yo en la caida libre sin tener la menor idea de qué pasará cuando me esté aproximando al suelo. Tener al menos un plan significa para mí la salvación. Ficticia. No es la salvación en sí, es el escudo que me protege de lo inesperado a lo cual le temo horrores. Bueno, ahora no tengo planes, no me llama la atencion lo que escribo y ando conociendo la libertad, quizas sea eso no?. Ah pero los bichos, como en el poema, o energias que actuan como los bichos. Hay algo que nunca descansa y escarba y escarba. Es algo, un algo de no sé qué, una musiquita que siento al final cuando me estoy durmiendo despues de una noche agitada, como cuando vuelvo de una fiesta donde ponen la musica fuerte y al volver al silencio, te escuchas en la oreja un tono, como cuando levantás el tubo del telefono para llamar a alguien, el problema es que no sabés a quién.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

nena, a ver si te dejas caer al vacio de una buena vez, a ver si podes dejar algo librado al azar, no todo tiene que ser tan puntual. tan blanco o tan negro. Ademas, podrias hacerle caso a tu psicologa, no? ja... o sino haceme caso a mi...

Anónimo dijo...

bien por la fiesta en cba!

Anónimo dijo...

Gran fiesta gran...