Hoy volví a encontrar los cuadernos donde escribía poemas. Era tan vintage que me negaba a escribir en computadora. Compraba blocks que gastaba rápidamente para después apilarlos en la biblioteca. Cierto día, presa de un pequeñísimo intervalo lúcido, incendié dos de los cuadernos; en los años siguientes al incendio me dediqué a perder otros dos más, pero como dice la leyenda: "el crimen perfecto no existe", uno de ellos sobrevivió a los tiempos de la SADE juvenil . MI iniciadora en las letras era además mi antítesis. También sabía de memoria sus propios poemas, todos sus cuadernos eran vegetales y mucho más prolijos que los míos. LA iniciadora se lo tomaba mucho más en serio. Ganaba concursos municipales, sabía usar los tonos de voz para la declamación, tomaba vino, hablaba fuerte y fumaba mas de diez cigarrillos en dos horas. Me entrenaba en el arte de la vintageada. Me obligaba a leerles mis poemas a los viejos catedráticos del subsuelo del jockey y me suministraba la lectura obligada, también me invitaba a fiestas a las que no me dejaban ir. Cuando yo no me animaba a declamar delante de Lagmanovich, me quitaba las hojas de la mano, se prendía un cigarrillo y los leía ella como si fueran suyos. El día del falso estado de sitio yo terminé declarando en la puerta de la SADE que sería capáz de morir por la literatura y acto seguido confeccionamos un decálogo en lenguaje notarial en el cual nos obligábamos como un deseo de última voluntad a otorgarle fidelidad aboluta a la poesía; cerrábamos con citas de Artaud: "El surrealismo parte de las caricias que nos hacen perder el conocimiento" o Lautreamont: "La poesía debe ser escrita por todos". También nos fascinaba la comparación y armábamos cuadritos: Poesía Surrealista y Maldita/Contracultura Beat.
Tanto entrenamiento me otorgó el honor de tener a mi cargo la autoría de la frase que iba a cerrar el acto de fin de curso en quinto año que incluía tres variaciones:
*1 "Al término de una etapa nos preparamos para enfrentar nuevas metas"
*2 "Terminamos una etapa, enfrentamos nuevas metas"
*3 "Al término de una etapa enfrentaremos nuevas metas"
No contentas con formar parte activa de la SADE, íbamos a un taller de poesía todos los viernes. Firmábamos todos los textos, ad solemnitatem. Editabamos trípticos: "No soy poetisa, soy poeta". De vez en cuando competíamos de alguna forma parecida a la guerra de djs:
*a"Esa mujer es el letargo oscuro/ríe como noche/siempre es una hoja desnuda en la lluvia"
*b"No soy poetisa/ ellas son luminosas y voltean precipicios/yo ando siempre oscureciéndome y despeinada".
3 comentarios:
Boluda yo se que esto es como besarse en público,pero...
"esa mujer es el letargo oscuro" ta loco, esa eras vos "mi hermana de pelo negro, mi hermana de noche" y vos a vos misma "despeinada,twist, twist" jajajaj
Tu iniciadora escribía en papel vegetal y sabía TODO de memoria. Hasta Fata Morgana (Andre Bretón 5 páginas) lo sabía.
Bien que necesitabas ese empujón, Amiga Poeta
LaIniciadora te quiere llevar el sábado a la buat. daleeeeee
diferentes actitudes juveniles.
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