11 de abril de 2008

Canción popular melodramática / Música de películas/Bandas sonoras

¿Cómo se podría componer una canción melodramática o una escena velóz y engrumecida sobre pequeños altibajos en nuestras vidas?.
Las escenas melodramáticas que siempre vi en peliculas francesas fueron mis preferidas en algún momento, por lo que de ellas extraje ciertas representaciones singulares que luego en mis escritos deformé en varias oportunidades.
Los elementos: *espacio cualquiera en medio del frío intenso o un calor frenético de habitación asfixiante.
*Un encuentro. Dos personas conflictivas en grado exacerbado, irrumpen en el mismo sitio, lo que provoca angustia, aceleración del ritmo cardíaco, ansias de huída o un deseo intenso de permanencia en busca del conflicto (mi madre concentra en demasía este tipo de sucesos). Pero también podrían ser más de dos los personajes que construyan la escena melodramática.
*Cigarrillos. Alcohol o drogas. Prosiguiendo la secuencia u optando por al menos dos de los elementos anteriores.
La canción melodramática se constituye de un poema desesperado, un maremoto de palabras extremas hiladas por el escritor en busca ( a veces vanas y otras, muy pocas, a veces concisas) de un discurso del lamento, es decir, “te amo tanto y en efecto he de desearte de manera tal que nada a mi alrededor puede evaporarse con más rapidéz y exterminio que tu figura”; en otras circunstancias la lírica se posa sobre el mensaje siguiente: “dadas las circunstancias que nos rodean, nosotros dos, o sea, vos y yo, sujetos nocivos uno para el otro, no podemos más que repelernos e insultarnos con poses y con gestos lo suficientemente obscenos como para no volver a vernos nunca más, por mucho tiempo”. La canción melodramática es histérica y excentrica, se busca por un costado mórbido, se trata de interpretar con claridad mental pero finalmente el desenlace es nulo y el verso final enuncia una despedida inevitable: “estás aquí, tan cerca de mí, pero esto no alcanza, podemos mirarnos y respirar el mismo humo de cigarrillo, hasta incluso reírnos del mismo ridículo pero en cuestión de instantes, ya no estarás aquí y a mí, quizás, ni siquiera me importe”.
Lo imposible transcurre en todo el discurso y marca el tiempo de cada estribillo. Un estruendo o un corte abrupto separan una estrofa de la otra. Cuando todo parecer haber acabado, otra estrofa arremete con una intensidad aún más desafiante que la anterior; el bucle ascendente parece no poder esfumarse y el amante, ya sin fuerza, no puede más que continuar desfalleciendo: “no me mires como flechas, anúlame de un golpe seco”. A nada se llega en el melodrama. Es sólo un acto fallido devuelto en otro tiempo, en otra cara, en otra confesión. La reminiscencia de alguna batalla difusa con uno mismo convertida al otro, dirigida a alguien que no sea uno mismo, como un alivio, un modo de olvidarnos. Una tristeza inconclusa que se arrastra a todas partes: “no me devuelvas nada”.

7 comentarios:

Farber dijo...

upa! se inauguró la parte de reflexión teórica° joder! ya entiendo lo del cambio de plantilla:)

Dalai irma dijo...

votá lowrey!!! queres que cambiemos de nuevo la pantilia?

Anónimo dijo...

jajaja,che no se peleen. dana:está bueno tu texto reflexivo,es tan...vos. saludos!

blue bell dijo...

aveces creo que soy, en cierto punto, un poco melodramatica. ja!

Sol celestial dijo...

mi melodrama imaginario lo hago cuando voy en un colectivo escuchando musica y me imagino q me filman la cara de "conflicto"...
Saludos
SOL

Farber dijo...

joder! para cambiarla no fui consultado y ahora piden mi opinión! yo ya asumo esta como un hecho. veamos q mas trae este cambio!

Dalai irma dijo...

bueno! no te enojes! era solo para que votes jaja