22 de abril de 2008

guiño-pestañeo-cierro los ojos



"El/la con quien puedo hablar del ser amado es el/la que lo ama en la misma medida que yo, como yo, mi simétrico, mi rival, mi oponente (la rivalidad es una cuestión de lugar). Puedo entonces finalmente comentar al otro con quien se reconoce; se produce una igualdad de saber, un goce de inclusión; en ese comentario ni se aleja ni se desmenuza al objeto; permanece inserto en el discurso dual, protegido por él. Coincido al mismo tiempo con la Imágen y con ese segundo espejo que refleja lo que soy (en el rostro rival leo mis miedos, mis celos). Palabrería agitada, suspendidos todos los celos, en torno de ese ausente del que dos miradas convergentes refuerzan su naturaleza objetiva: nos libramos a una experiencia rigurosa, lograda, puesto que hay dos observadores y ambas observaciones se hacen en las mismas condiciones: el objeto es probado: descubro que tengo razón (de estar feliz, de estar herido, de estar inquieto)"

de: Connivencia.
Fragmentos de un discurso amoroso, Roland Barthes.

3 comentarios:

theremin dijo...

"en el rostro rival leo mis dedos, mis celos". ¿Se referirá a "llenarle la cara de dedos?

Por otro lado, es increíble que el "tener razón" siga siendo más importante que cualquier traición. "yo sabía, yo siempre supe que me cagabas" jaja típico.

Dalai irma dijo...

en el rostro rival leo mis MIEDOS!!! jaja

Anónimo dijo...

che que no hay mas karaoke los miercoles???