Para vos libertad para mí soltaron de la jaula al perro muerto. Justificarán que al menos lo liberaron. Para vos libre, para mí también. Estoy libre Polux. Hoy caminé por el centro y luego, harta de acordarme una y otra vez las mismas escenas sin llegar a ninguna conclusión productiva, me senté en el bar de una galería, un bar que no suelo frecuentar, para mí, un lugar de mero transito, un túnel por dónde se acorta camino y se salva uno al menos por una cuadra del calor asfixiante o del frío penetrante, pues hoy me senté y pedí un café chico con una medialuna de jamón y queso. Estuve quieta durante unos 15 minutos en la soledad absoluta, libre de todo. La gente compra mucho. Habla mucho, sale muy acompañada, pide muchas opiniones, está pendiente muy mucho de los zapatos de los demás, se apiadan de los que están solos en una mesa. La gente no se ríe mucho, no se tocan, no se abrazan, no se prometen un kilo de helado mientras ven vidrieras. Estoy tan libre Polux , creo que nunca antes había estado libre como hoy.

El mozo me sirve el café y la medialuna de jamón y queso y me pregunta si estoy triste, la pregunta me da pudor y le miento que estoy cansada que no es del todo mentira porque anoche salí hasta tarde y no pude dormir bien, hace unas semanas que no duermo profundo, eso me altera, de hecho hay muchas cosas que me alteran debo confesar. El mozo ofrece su compañía a mi soledad,, riéndose porque sabe que no va a sentarse en la silla del frente, igual me deja dos vasos de soda en vez de uno. Lo posa exactamente sobre el perímetro de la silla vacía.

Me colgué mirando las burbujas de la soda, de contraste la silla vacía, pienso cuántas personas me gustaría que ocupen ese lugar, no me hace falta pensar tanto, sé exactamente a quién quiero en esa silla, pero qué sé yo, qué sé yo...